Mártires de la industria
De paseo por la Fnac me encuentro con Shadow of the Colossus a 14,95€ Y no, no lo han reeditado en estuche de plástico, sigue siendo la edición original con su cuidada caja de cartón y sus postales. A su lado, una montaña de ICO olvidados y unos pasos más allá un chaval mirando la contraportada de Carbono (cámbiese por Singstar, Buzz o cualquier otro engendro de masas a elegir).
Pedimos a gritos que la reedición de ICO llegara a España, confiando en que aquellos que no lo disfrutaron tuvieran su oportunidad y terminamos comprándolo los que ya teníamos el juego original. Sony confió en que Colossus sería un superventas, olvidando por completo el tipo de usuarios mayoritarios de su plataforma.
Nos quejamos de que títulos como Okami lleguen en inglés, pero tampoco me sorprende. Somos una minoría cada vez más diluida, en un mercado que crece a pasos agigantados con la incorporación de no jugadores. Y justo nosotros, aquellos que crecimos junto a la industria, aplaudimos su expansión actual.
Con el constante aumento en los costes de producción, cada vez serán menos las compañías que se arriesgarán a apostar por ideas distintas, cada vez serán menos las joyas que caerán en nuestras manos.
Nintendo asegura tener la solución con Wii, pero es su consola la que está abriendo las puertas al mayor numero de nuevos usuarios y ese filón se traducirá en una cantidad ingente de juegos soporíferos que ya inundan las estanterías, en detrimento de apuestas originales como No More heroes.
Nos hemos convertido en mártires. Soñamos con poder ver la mayor expansión posible de la industria y su merecido reconocimiento pero, ¿no estamos pagando un precio demasiado alto?