Rejugando ICO

El otro día me entraron ganas de rejugar ICO y con un par de tardes he revivido la experiencia de nuevo. Los años no han pasado para esta joya; la interacción entre ICO y Yorda sigue sin tener rival, los puzzles mantienen su encanto, las animaciones resultan soberbias como el primer día, los gigantescos escenarios siguen sorprendiendo y los enemigos son igual de molestos (siempre lo fueron).

No soy aficionado a rejugar títulos (a excepción de arcades y puzzles, obviamente) pero ICO es una excepción y el motivo de esta entrada es el siguiente: ¿es mejor mantener el recuerdo de un juego que nos ha marcado o rejugarlo de nuevo? He aquí mi dilema, creo que en muchas ocasiones es mejor recordar la magnífica experiencia que nos supuso X juego en su época, ya que hay títulos que no envejecen tan bien como otros.

Es cierto que un buen juego debería ser atemporal pero esa imagen idílica que corre por nuestra mente se puede desmoronar al encontrarnos con un control arcaico o unos gráficos prehistóricos. Aunque creo que en el fondo, o por lo menos en mi caso, la principal razón para no rejugar un título de antaño es justamente el echo de tener que volver a revivirlo. Superar cada fase de nuevo, derrotar a cada enemigo, ¿realmente vale la pena hacer frente a los mecanismos jugables otra vez más? ¿no es mejor recordar la victoria épica que logramos que volver a sufrir la ira del enemigo final? Tal vez es cuestión de vagancia, pero prefiero preservar esos momentos en la memoria, de forma inalterable.